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Antella restringe otra vez el aparcamiento para evitar que se colapse l’Assut

El ayuntamiento impone una tarjeta de pago que permita estacionar a los residentes e impida masificar la playa fluvial, donde se prohíbe el baño

L’Assut de Antella, una playa fluvial del Xúquer que se llena de visitantes cada fin de semana del verano. | VICENT M. PASTOR

El Ayuntamiento de Antella limitará desde este fin de semana el aparcamiento de vehículos en el casco urbano durante los sábados, domingos y festivos en la lucha que libra el municipio contra la masificación de visitantes en l’Assut, una playa fluvial muy apreciada por ciudadanos de origen latinoamericano. Los residentes y personas con arraigo en el municipio deben solicitar una tarjeta acreditativa, que este año será gratuita, para poder aparcar. Esta restricción permanecerá vigente durante los meses de julio y agosto, aplicándose los fines de semana y festivos.

La medida, que rige solo en verano, ha resultado efectiva en los últimos años y se ha convertido en el método más expeditivo para garantizar plazas de aparcamiento a los residentes ante la gran afluencia de visitantes que registra l’Assut cada fin de semana. «Es la única vía que mitiga no solo la saturación de vehículos sino también las conductas incívicas que se registran todos los años», justificó ayer la alcaldesa, Eugenia García, que ha reforzado también las medidas de seguridad para controlar los accesos al paraje fluvial y vigilar tanto el estacionamiento como el montaje de carpas, el encendido de hogueras o la venta de bebidas alcohólicas junto al Xúquer, comportamientos que están prohibidos.

El casco urbano de Antella volverá a convertirse en una zona de aparcamiento restringida ya que sólo podrán hacer uso los residentes que posean la respectiva tarjeta acreditativa. Los visitantes que necesiten acudir a Antella frecuentemente (trabajadores, familiares de vecinos o titulares de algún inmueble), deberán solicitar su tarjeta acreditativa en las oficinas municipales, de lunes a viernes entre las 10 y las 12 horas. «Hasta ahora se pagaban tres euros, pero ahora será gratuita, ya que una vez levantadas las restricciones de la pandemia habrá muchas familias que quieran visitar a sus allegados y parientes y hemos querido tener una deferencia con ellos», aclara la alcaldesa.

El resto de visitantes deberán solicitar la tarjeta y pagar tres euros por ella. Quien no disponga de ese salvoconducto podrá ser multado. Agentes de la Guardia Civil sancionarán a quienes incumplan la normativa. A los dos policías municipales se unirá este año un guarda de seguridad para evitar la entrada de perros, la venta ambulante, la acampada o el uso del fuego. El consistorio ha reforzado el dispositivo con dos informadores contratados para exigir el cumplimiento de las normas y reclamar que la basura se deposite en los contenedores. La limpieza del paraje le sale muy cara al ayuntamiento.

La primera autoridad local ha agradecido el apoyo de la Guardia Civil, que ya ha incoado multas a los infractores. El acceso y el modelo de uso de l’Assut no podrá regularse hasta que se declare Paraje Natural. Hoy está en trámite.

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