Mucho se ha hablado de la importancia histórica que tuvo para la Safor la ruta que hoy se conoce como el Camí Vell de Xàtiva, aquella «autopista» que hace 2.500 años permitía desplazarse con la rapidez del momento entre dos de las urbes más importantes de la Comunitat Valenciana: la Dénia portuaria y la Xàtiva que controlaba los caminos casi hacia los cuatro puntos cardinales de la península ibérica.
Ese camino, que atravesaba la Safor siguiendo la ruta desde Oliva, Rafelcofer, Beniarjó, Palma, Ròtova y Llocnou de Sant Jeroni, generó varios poblados iberos y villas romanas que se instalaron a ambos lados, origen de algunos de los actuales municipios.
El Camí Vell de Xàtiva, también llamado Camí Reial, es uno de los argumentos principales del museo arqueológico que a las 20 horas de hoy abre el Ayuntamiento de Rafelcofer en el edificio del antiguo pozo de San Diego, situado precisamente en el mismo borde de esa ruta histórica.
El museo centrará su parte expositiva en los objetos hallados en el poblado ibero del Rabat, en el mismo término de Rafelcofer, durante las importantes excavaciones que se realizaron en el año 1980 y que permitieron certificar la importancia histórica del lugar. Según señala el olivense Josep Antoni Gisbert, impulsor de este museo y arqueólogo municipal de Dénia, el Rabat estuvo ocupado al menos entre los siglos quinto y primero antes de Cristo. Cuatrocientos años de actividad que permitieron encontrar monedas iberas y romanas de la época tardorrepublicana, cerámica de la antigua Grecia y objetos concebidos para pesar mercancías.
En la villa romana de Sant Miquel, también al lado del Camí de Xàtiva en Rafelcofer y datada entre el año 20 antes de Cristo y el 60 después de Cristo, se hallaron otros objetos de gran interés arqueológico, como cerámica pintada con motivos florales que igualmente formarán parte de este nuevo museo de la Safor.
De la montaña a la llanura
Para el arqueólogo Gisbert, el Rabat es un ejemplo de los poblados iberos que, hace más de dos mil años, empezaron a abandonar las pequeñas llanuras situadas en lo alto de las montañas para crear las villas romanas, áreas urbanas al amparo protector del imperio. De hecho, el Camí Vell de Xàtiva forma parte de la Vía Hercúlea, y después fue un ramal de la Vía Augusta, dos infraestructuras capitales de la Hispania romana.
Por ese motivo Gisbert señala que el museo que hoy se abre en Rafelcofer pretende poner en valor, ayudado por un audiovisual didáctico, la importancia de estas vías de comunicación que tienen 2.500 años de antigüedad y que todavía hoy forman parte de la red de caminos y de la toponimia de muchos pueblos de la Safor.
Además del Rabat de Rafelcofer, en los márgenes de los caminos hercúleo y augusto surgieron muchos poblados, entre ellos los de la Sort, en Ròtova, el recientemente excavado en el Tossal del Morquí de Llocnou de Sant Jeroni, o los de Oliva, Pego y Llutxent.
El museo de Rafelcofer también permitirá conocer la llamada Ruta de l'Aigua, con planos inéditos sobre la red de acequias que nacía en el río Serpis. En el museo esta infraestructura permite enlazar con la cultura surgida a partir del cultivo de la naranja.
Con la ayuda de la diputación
Según informa el Ayuntamiento de Rafelcofer, entre el 11 de abril y el 30 de junio el museo combinará las visitas con rutas guiadas al poblado ibero del Rabat, al Camí de Xàtiva y a la Ruta de l'Aigua. Por su gran interés histórico y etnológico, esta iniciativa se extiende especialmente a los centros educativos de la comarca.
La alcaldesa de Rafelcofer, Mari Carmen Pérez, señaló que el proyecto del museo se planteó hace muchos años y que ha sido posible en gran parte gracias a las subvenciones llegadas de la Diputación de Valencia. Pérez añadió que con esta actuación el municipio dará a conocer como se merece el yacimiento del Rabat y otros tesoros históricos que son patrimonio de todos.
