Villanueva de Pría (Llanes),

Begoña DÍAZ

El pueblo de Villanueva de Pría, en el concejo de Llanes, celebró ayer la fiesta de Santa María Magdalena. El cielo amenazaba lluvia y los vecinos se levantaron con la esperanza de que el mal tiempo no desmereciera una fiesta que llevan preparando durante todo el año. La celebración empezó a las doce del mediodía, cuando el ramu, las aldeanas y los porruanos partían desde El Pandu, uno de los barrios de la población, rumbo a la ermita para celebrar la misa solemne.

La procesión, anunciada con una traca de bombas reales, hizo que los vecinos recibieran a la imagen a la salida de la iglesia, mostrándole su respeto y su devoción. Acompañados por la Banda de Gaitas «L'Alloru de Valmori», los mozos portaron dos relucientes ramos. Las aldeanas, con dalia en la solapa y a ritmo de tambor y pandereta, entonaban cantares tradicionales para acompañar a la Magdalena en su recorrido por las calles del pueblo.

Los vecinos no abandonaron en ningún momento a su santa, a pesar de que la lluvia ya comenzaba a ser testigo de las celebraciones. De vuelta a la iglesia, el pueblo volvió a reunirse para despedir a su santa hasta el año venidero con un sincero «¡viva la Magdalena!». A partir de ese momento, la lluvia ya no dio tregua a la fiesta, pero, aun así, nadie perdió la sonrisa y la celebración siguió adelante.

«Es una pena que llueva cuando hay fiestas en los pueblos, con todo el empeño que se pone», afirmaba Clara Díaz, vecina de Nueva que desde pequeña acude a las fiestas de Villanueva, de donde era su padre. «De cría siempre me vestía, ahora lo veo desde fuera», señaló.

Tras las celebraciones religiosas se organizó la subasta del ramu, decorado con una mezcla de flores, hojas y lazos y cerrado en su parte más alta con rosquillas de anís. Para finalizar la jornada matinal hubo un festival folclórico, con bailes típicos de la zona oriental de Asturias y con la danza prima.

Como colofón y broche de oro a las fiestas de Villanueva de Pría por la noche se celebraron una romería y una verbena y se lanzaron fuegos artificiales. Es de destacar la gran devoción que tiene el pueblo de Villanueva de Pría por la santa local. A pesar de ser un pueblo pequeño y tranquilo, los vecinos ponen todo su empeño para que la fiesta salga siempre lo mejor posible. No hay nada que detenga a los lugareños, que este año cumplieron perfectamente el refrán de «a mal tiempo, buena cara». Hoy ya sólo piensan en la fiesta del año venidero.