De Guárico a Buenos Aires. Diego logró dar a conocer al mundo su talento de Arte latte, en una competencia virtual donde el público fue el gran jurado calificador.
Barista venezolano
Más de 273 baristas se inscribieron y participaron desde todas las sucursales del país sureño y del exterior, pero él con su esfuerzo, creatividad y profesionalismo, puso el nombre de Venezuela en alto. “Trabajo hace cuatro años como barista, y quiero darle las gracias a todas las personas que votaron por mí”.
Una competencia que lo hizo reconectar con sus sueños
“El concurso duró un mes. Fue una competencia de arte latte libre, se inició a mediados de octubre, éramos más de 280 participantes, hicimos duelos del mejor diseño de la tasa y así se iba clasificando, al final quedamos tres y teníamos que hacer nuestro mejor dibujo y participé con un cisne”
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Nació en Valle de la Pascua, y es el mayor de tres hermanos. Y aunque el barismo no era un talento que traía desde Venezuela, lo aprendió en su aventura de emigrar, a un país desconocido, y donde estaba dispuesto a darlo todo por salir adelante.
Desde su llegada a territorio argentino hace cuatro años se enamoró del arte latte, y se dedicó a absorber todos los conocimientos que hoy comparte con otros. Diego, además de vivir del barismo, imparte capacitaciones a otros apasionados del café.
“Las competencias siempre fueron complejas y el jurado estricto con los protocolos que se requieren, siempre me esforcé por dar lo mejor, y los seguidores sabían que estaría entre los finalistas”.