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San Jerónimo Tlacochahuaya: una joya de Oaxaca

Foto(s): Cortesía
Redacción

Si algo que no puede fallar en nuestro estado, es la infinidad de sitios turísticos que visitar. Y muy cerca de la ciudad, está San Jerónimo Tlacochahuaya, un sitio que tiene uno de los magníficos templos de Oaxaca.


El templo, al interior guarda un retablo del siglo XVII, con lienzos que, según cuentan pobladores, fueron realizados por Juan de Arrúe. Se distingue además por la pintura mural policromada que lo adorna y por poseer el único órgano de fuelle que se conserva en la región. Específicamente, el órgano fue restaurado en 1991, aunque su fabricación se realizó en 1739.


El claustro es muy pequeño, formado por dos plantas y patio central, localizado en el costado sur del templo. En la parte central inferior está el vano de la puerta principal, cuyo acceso está delimitado por un arco de medio punto con una clave, la que tiene labrada dos pequeños perros con teas encendidas en su hocico, símbolo de los dominicos que los acreditan como "Perros del Señor".


Frente al templo, por el lado norte se encuentra el Palacio Municipal, con un amplio pórtico al frente, gruesas columnas y arquería forman su estructura arquitectónica. Sobre sus remates esquineros lucen leones dorados de rojas fauces y junto a las instalaciones del centro de salud, La Picota, extraño vestigio de la época de la colonia.


Templo y ex convento




El maravilloso Templo de San Jerónimo Tlacochahuaya se comenzó a construir en 1586. FOTO: Abdiel Velasco Escudero

El maravilloso Templo de San Jerónimo Tlacochahuaya se localiza en la región de los Valles Centrales, a casi 25 kilómetros de nuestra ciudad capital. La construcción de esta obra gloriosa data a mediados del siglo XVI y sus creadores fueron los dominicos, destinado principalmente a la meditación y reflexión de los frailes, por eso buscaron un lugar apartado del camino real lejos de la tentación mundana.




En todo el conjunto se hace visible el trabajo indígena, presente no sólo en sus elementos arquitectónicos sino también en la decoración. FOTO: Abdiel Velasco Escudero

Se sabe que la obra se comenzó a construir en 1586, bajo la vigilancia de Fray Jordán de Santa Catalina. En todo el conjunto se hace visible el trabajo indígena, presente no sólo en sus elementos arquitectónicos sino también en la decoración.


La fachada principal está compuesta por la portada en estilo barroco popular y dos torres con campanario y una ostentosa cúpula. Este magnífico templo es también el hogar de un órgano que data de 1739, pero lo más destacado es que todavía se utiliza para la rutina diaria de la iglesia.


Su atrio




La fachada principal está compuesta por la portada en estilo barroco popular y dos torres con campanario. FOTO: Abdiel Velasco Escudero

El atrio que antecede al edificio está limitado por una barda con pináculos y dos portadas de acceso: una frontal y otra lateral. Sobresalen las capillas posas, la cruz atrial y un reloj de sol localizado frente a la portada lateral del atrio. La fachada principal del templo está compuesta por la portada y dos torres con campanario que ostenta cúpula, cupulín y linternilla. La portada es de estilo barroco popular, conformada por pilastras, cornisas, un frontón roto, roleos, vanos con arco de medio punto y nichos con esculturas de santos.


Marcando historia




El reloj de sol, a las faldas del ex convento. FOTO: Abdiel Velasco Escudero

El Templo y ex convento de San Jerónimo fue fundado en 1558 por los dominicos como casa de recogimiento, retiro y ejercicios. Como correspondía a estas funciones, el antiguo convento era muy sencillo: su claustro sólo tenía una planta muy estrecha, de hecho algunos frailes debieron habitar en las grutas cercanas al lugar. Aquí vivió fray Juan de Córdova, autor de una importante obra sobre la lengua zapoteca


Tiene de todo




Lo tiene todo, puedes recorrer su mercado municipal. FOTO: Abdiel Velasco Escudero

En su estancia por San Jerónimo Tlacochahuaya también debes visitar su mercado municipal, el cual tiene de todo. Además, por sus calles podrás admirar de diferentes monumentos, como el reloj de sol y el sitio donde corre la leyenda que, antiguos revolucionarios, enterraron diversos elementos del final de la revolución mexicana; tienes que visitarlos.


Visítalo


San Jerónimo Tlacochahuaya se ubica al sureste de la ciudad de Oaxaca, a 25 kilómetros, por la carretera federal con destino al Istmo. Desvíese a la derecha en el entronque a la población aproximadamente en el kilómetro 22 de la Carretera Federal 190. Su clima es templado durante casi todo el año; se recomienda visitarlo a finales de septiembre y principios de octubre cuando se celebra la Fiesta del Santo Patrono, San Jerónimo.


+De


El templo y convento fueron construidos a mediados del Siglo XVI por los Frailes Dominicos. Su protector, Fray Jordán de Santa Catalina, pensó en una casa de observación donde los dominicos pudieran guardar la ley para la santificación del alma. A esto se debió su construcción sencilla, un tanto lóbrega con celdas bajas, estrechas, oscuras y apartadas del camino real para alejarla de la tentación mundana.


¿Sabías que?


Por tradición se sabe que Tlacochahuaya fue fundado por un guerrero zapoteca, llamado Cochicahuala, "El que pelea de noche", después de vencer a sus enemigos, probablemente de la tribu de los chántales.

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