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Quebrada la Chucua, ubicada en el municipio de Tocancipá, en la cuenca alta del río Bogotá.
Quebrada la Chucua, ubicada en el municipio de Tocancipá, en la cuenca alta del río Bogotá. | Foto: Pablo Carrizosa

GRUPO RÍO BOGOTÁ

Tocancipá se une para salvar la quebrada la Chucua

A través de una mesa de trabajo compuesta por diferentes sectores del municipio, se concretó un plan de acción para descontaminar este cuerpo hídrico de la cuenca del río Bogotá en seis meses.

20 de mayo de 2021

Tocancipá, uno de los 46 municipios de Cundinamarca que hacen parte de la cuenca del río Bogotá, es quizá uno de los más comprometidos con el cumplimiento de la sentencia que obliga a descontaminar este afluente.

Es una zona industrial, y la mayoría de las empresas que desarrollan allí sus actividades procuran cumplir con la normativa ambiental para no perjudicar los recursos naturales. Sin embargo, hay algunos casos en los que no se hace un manejo correcto de descargas y vertimientos, los cuales terminan contaminando, sobre todo, a los cuerpos hídricos.

La contaminación de la Chucua es producto de vertimientos y descargas de aguas residuales de algunas industrias de Tocancipá.
La contaminación de la Chucua es producto de vertimientos y descargas de aguas residuales de algunas industrias de Tocancipá. | Foto: Pablo Carrizosa

La Chucua, por ejemplo, una de las 23 quebradas que componen la riqueza hídrica de Tocancipá, recibe altas descargas de aguas residuales. Esta situación ha aumentado los niveles de contaminación de esta quebrada que posteriormente desemboca en el río Bogotá.

Con el fin de solucionar esta problemática, actores públicos, privados y sociedad civil del municipio, se dieron cita en una mesa de trabajo el pasado 14 de mayo, un encuentro digital liderado por Asurío, en cabeza de su presidente Pablo Carrizosa.

Como Miembro del Comité de Verificación de la Sentencia del río Bogotá, emitida por el Consejo de Estado en 2014, Carrizosa decidió reunir y articular en este espacio a la mayoría de actores que tienen incidencia en la quebrada para salvarla.

Las órdenes que más tiempo tenían para ser cumplidas terminaban en 2017, lo que quiere decir que el 90 % de la sentencia del río Bogotá está sin cumplir. Vemos que los esfuerzos no han sido suficientes, es por eso que se requiere de la participación de todos para sacar la sentencia adelante”, dijo Carrizosa en el encuentro.

Industriales, sociedad civil, alcaldía y autoridad ambiental, expusieron sus puntos de vista, experiencias y propuestas para salvar la Chucua. Esta problemática, entre otras cosas, ha aumentado sustancialmente los niveles de contaminación del agua a la altura de la Planta de Tratamiento de Tibitoc, según apuntó el presidente de Asurío.

Tibitoc potabiliza el agua del río Bogotá para abastecer a un 30 por ciento de los habitantes de la capital y a Sopó, Cajicá, Gachancipá, Tocancipá y Chía. | Foto: Nicolás Acevedo

El 16 de abril tuvo lugar la primera reunión donde se acordó un plan de acción en el que tienen previsto, con la ayuda de todos, descontaminar la Chucua en seis meses. Con ello, además, disminuirán los niveles de contaminación a la altura de las compuertas de Tibitoc, la planta que potabiliza el agua del río Bogotá para abastecer a un 30 por ciento de los habitantes de la capital y a Sopó, Cajicá, Gachancipá, Tocancipá y Chía.

La Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR), representada por Néstor González, director Regional de Sabana Centro; la Asociación de Industriales y Empresarios de Sabana Norte (Asienorte) representada por Luis Gabriel Fonseca; la Alcaldía de Tocancipá en cabeza del alcalde Andrés Porras; y representantes de fundaciones y organizaciones, fueron algunos de los asistentes al evento.

Las propuestas, en general, apuntaron a una visita presencial al cuerpo hídrico para verificar su estado; trabajo mancomunado entre los diferentes sectores para su recuperación; educación y pedagogía frente a la importancia de la quebrada; identificación de las industrias presentes en la ronda de la Chucua y las descargas autorizadas para hacerles seguimiento. De igual forma, contemplan aplicar sanciones para quienes incumplan la normativa.

Posteriormente, concretaron un plan de acción preliminar compuesto por tres puntos claves:

  1. La creación del Comité quebrada la Chucua.
  2. Ejercicios de benchmarking, que es tomar como referencia a ciertas empresas para adoptar sus modelos.
  3. Adecuación hidráulica, a cargo del municipio. Así como acompañamiento a todos los industriales de Tocancipá para ser exitosos en su manejo del recurso hídrico al hacer una gestión responsable de sus aguas residuales.

En el segundo encuentro, que contó con más de 30 asistentes, la idea era compartir la iniciativa y principales conclusiones con los actores que no pudieron estar en la reunión de abril, además de conocer los avances e inquietudes que surgieran al respecto.

La Chucua es una de las 23 quebradas que componen la riqueza hídrica de Tocancipá.
La Chucua es una de las 23 quebradas que componen la riqueza hídrica de Tocancipá. | Foto: Pablo Carrizosa

Allí también explicaron las tres líneas del plan de acción para que todos estén alineados con el objetivo. Daniela Suárez, líder del área social de la Fundación Ambientalistas de Corazón, explicó, por ejemplo, que una de las principales tareas del Comité de la quebrada la Chucua es crear un contrato.

Estos contratos, que son comunes en Europa, tienen como base los procesos participativos, lo que implica que todos los usuarios de la cuenca se comprometan con el territorio y la gestión de agua de este. En el caso de la quebrada la Chucua, la idea es que a través del comité se cree este contrato para especificar las acciones que se van a llevar a cabo”, explicó.

Así mismo, agregó que para descontaminarla también es clave recuperar su valor en significado y sentido, así como tener responsabilidades compartidas, es decir, conocer su importancia sin dejar de lado los deberes que existen frente a su cuidado.

Para Suárez, el comité requiere de tres puntos importantes: el diálogo de saberes para conocer la situación y contexto actual de la quebrada; trabajo en equipo a través de la coordinación y concertación entre los actores, respetando el papel que cumple cada uno; y la participación de la comunidad.

Asienorte, por su parte, explicó la propuesta de benchmarking. Esta la impulsarán, inicialmente, con el Parque Industrial Gran Sabana, cuyas prácticas en el manejo de aguas residuales con su Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) pueden servir como ejemplo para otros industriales.

La idea es que si otras empresas del sector consideran que tienen prácticas ejemplares, puedan presentarlas para impulsar a otros a hacerlo y tener cada vez más casos de éxito.

Cuenca del río Bogotá
Disminuir los niveles de contaminación de la quebrada la Chucua también le da un respiro al río Bogotá, pues desemboca en este cuerpo de agua. | Foto: Mariana Estrada Gómez

En cuanto a la adecuación hidráulica y acompañamiento a industriales, tanto Néstor González de la CAR, como el alcalde Andrés Porras, comentaron que no había sido posible concretar varias visitas propuestas en la primera reunión por cuenta del pico de la pandemia y la situación de orden público del país. Sin embargo, reiteraron el compromiso y la disposición para salvar la quebrada.

Esto que estamos adelantando y proponiendo va a ser un ejemplo a nivel nacional, no podemos perder la energía, ni bajar la guardia. Esto lo vamos a lograr en 6 meses, no siento que haya que prorrogar, sino redoblar esfuerzos para cumplirlo y descontaminar la quebrada”, dijo González.

Por su parte, el alcalde Porras comentó que han estado haciendo constantes seguimientos a la fuente hídrica y existen unos puntos críticos priorizados para trabajar. Algunos de ellos, según explicó, ya arrojan resultados o se han corregido.

Hay mucha disposición por parte de los industriales de compartir sus buenas prácticas en los casos que aplique o de recibir apoyo o guía desde la autoridad”, agregó el alcalde de Tocancipá.

Por lo pronto, la idea es tener más encuentros, la mayoría virtuales por la coyuntura, y concretar el plan de acción planteado: que el comité de la quebrada entre en funcionamiento, hacer la identificación y visita a los generadores del problema, y, a principios de junio, conociendo las necesidades de los industriales, dar inicio a la estrategia de benchmarking con recorridos en las empresas referentes.

Con esta iniciativa de recuperar la quebrada, los participantes quieren convertirse en un referente para demostrar que al unir fuerzas y articulando a todos los sectores implicados (públicos, privados y sociedad civil), es posible proteger y conservar los recursos naturales sin dejar de lado el desarrollo.