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Siguiendo los pasos de la frontera agraria moderna sobre el centro-norte de la Argentina

Transformaciones recientes en el sur
de Santiago del Estero

Esteban Salizzi[1]

Introducción

El problema de esta investigación se enmarca en el contexto caracterizado por la expansión del modelo productivo de los agronegocios en la Argentina de finales del siglo XX, asociado al proceso de globalización de los mercados agroalimentarios y a la multiplicación de políticas de desregulación y apertura económica (Teubal y Rodríguez, 2002; Gras y Hernández, 2009). Este fenómeno adquiere un particular impulso hacia la década de 1990, cuando, a través de la modernización general de las prácticas agronómicas, se promueve la difusión a gran escala del cultivo de la soja –hasta el momento concentrado en la región pampeana– en zonas del país históricamente consideradas marginales en términos agroproductivos (Barsky y Gelman, 2009; Reboratti, 2010). A partir de este proceso, que en la literatura especializada es denominado como “pampeanización”[2] (Manuel-Navarrete et al., 2005; Pengue, 2009), se verifica en las áreas de penetración agroindustrial el desplazamiento de las actividades tradicionales y la acelerada deforestación de extensas áreas de bosque nativo. Se trata, en definitiva, de un proceso de redefinición general de las relaciones sociales y económicas, orientado a la introducción de cultivos intensivos en capital y tecnología, que da lugar a la formación de la frontera agraria moderna, donde se enfrentan proyectos antagónicos de ocupación y organización productiva del espacio (Bernardes, 2015).

Con la crisis económica de 2001, la dinámica expansiva del agronegocio adquiere un renovado impulso, que profundiza las tendencias presentadas. La devaluación del tipo de cambio y las mejoras en el precio internacional de la soja conducen a un aumento en los ingresos globales del sector, que beneficia a una porción de los productores pampeanos que lidera el nuevo proceso expansivo (Teubal, 2006).

Como un caso testigo del actual proceso de difusión del modelo productivo de los agronegocios en sectores marginales del país, se abordó tanto en la tesis de doctorado (Salizzi, 2017b), como en distintos artículos académicos (Salizzi, 2015, 2018, 2019), el estudio de las características asumidas por el avance de la frontera agraria moderna en los departamentos del norte de la provincia de Córdoba (Río Seco, Sobremonte y Tulumba).

Allí, se realizó una propuesta analítica donde se complementaron ideas de Carlos Reboratti (1990) en torno al estudio de las fronteras agrarias con aportes realizados a la temática desde la geografía rural brasileña (Bernardes, 2009; 2015). Dicha iniciativa estuvo orientada:

  1. a definir conceptualmente a la frontera agraria moderna como el área móvil donde continuamente se está desarrollando un proceso complejo y dinámico de transición –generalmente contradictorio y conflictivo– entre formas distintas de ocupación y organización productiva del espacio, sobre la base de una incorporación intensiva de capital y tecnología (Salizzi, 2017b);
  2. a establecer dimensiones de análisis significativas para su estudio empírico: la reorganización de la estructura productiva; la difusión de nuevos sistemas técnicos; y la conflictividad social (Salizzi, 2017b).

Esta conceptualización, problematizada y empleada como herramienta analítica, permitió construir una mirada integral acerca del fenómeno, así como avanzar en el abordaje de las particularidades presentadas en el caso del norte cordobés.

En términos generales, se identificó una orientación sur-norte en el avance de la frontera agraria moderna, sobre el eje productivo organizado en torno a la RN 9, que define un proceso que aún se encuentra activo. Se observó, además, que este avance se generalizó con posterioridad a la crisis económica de 2001 a través:

  1. de una expansión agrícola sin precedentes (principalmente soja, pero también maíz y trigo) sobre las áreas agroecológicas de mejores condiciones;
  2. del desplazamiento de las actividades tradicionales (principalmente ganadería vacuna y caprina);
  3. de la profunda transformación de la estructura agraria, a partir de la concentración de la tierra en grandes unidades productivas;
  4. de un proceso migratorio campo-ciudad que tiene entre sus destinos principales las cabeceras departamentales y la ciudad de Córdoba;
  5. de la conformación de Jesús María y Sinsacate como nodo de referencia regional para la actividad agroindustrial (insumos y servicios, maquinaria agrícola, representación gremial y asiento de empresas agroindustriales);
  6. de la configuración de un sistema de transportes articulado en torno a la RN 9, así como el proyecto de refuncionalización de la red ferroviaria local (Nuevo Central Argentino);
  7. de la introducción de iniciativas orientadas a generar valor agregado (plantas de extrusado, feed-lots y granjas porcinas tecnificadas); y
  8. de altos niveles de conflictividad social, vinculados principalmente a la disputa por la propiedad de la tierra y las problemáticas derivadas de la aplicación de agroquímicos.

Como resultado de la investigación doctoral, surgieron una serie de nuevos interrogantes orientados a profundizar el conocimiento de la dinámica que asume la frontera agraria moderna en el sector centro-norte de la Argentina: ¿la frontera agraria moderna adopta las mismas características en otras áreas del país?; ¿los elementos relevados corresponden a lógicas particulares del caso de estudio?; ¿el proceso aún activo en el norte de Córdoba extiende su influencia hacia el sur de Santiago del Estero? El presente capítulo parte de estos interrogantes y presenta aproximaciones al estudio de las características asumidas por el avance de la frontera agraria moderna en el sur de la provincia de Santiago del Estero, más específicamente en los departamentos Ojo de Agua y Quebrachos. Se presenta, entonces, una segunda etapa de investigación que tiene como objetivo profundizar y diversificar el análisis iniciado en la instancia doctoral, para continuar reflexionando en torno al fenómeno analizado.

El trabajo se estructura en cuatro apartados principales. En primer lugar, introducen y ordenan los supuestos generales sobre los que se cimenta la propuesta analítica desarrollada. En segundo, se contextualiza el análisis propuesto en el marco de las características generales que presenta la provincia de Santiago del Estero, y más específicamente los departamentos del sur provincial. En tercer lugar, se analizan las transformaciones recientes que experimenta el área de estudio, focalizando la atención sobre las dimensiones de análisis previamente introducidas. Finalmente, se reflexiona acerca de las particularidades que presenta el avance de la frontera agraria moderna en el sur santiagueño, así como en relación con la pertinencia de los supuestos generales y las herramientas teórico-metodológicas empleadas para su estudio.

Supuestos generales

La presente contribución tiene como finalidad analizar el caso de los departamentos Ojo de Agua y Quebrachos, situados al sur de la provincia de Santiago del Estero. La definición de dicho recorte espacial responde a los siguientes criterios:

  1. comprende un área contigua a los departamentos del norte cordobés abordados en la tesis de doctorado, ubicada sobre la hipotética línea de desplazamiento que sigue la frontera agraria moderna hacia el norte del país;
  2. se trata de casos que presentan especificidades en términos de sus características agroecológicas y socioproductivas, dado que en ellos ha prevalecido la actividad ganadera (tanto bovina como caprina) y conservan grandes extensiones de bosque nativo;
  3. es uno de los sectores de la provincia que en los últimos años viene evidenciando una intensificación en la tasa de desmontes;
  4. se observa la ampliación del área destinada a cultivos, así como una progresiva concentración y tecnificación de la producción bovina (feed-lots).

La hipótesis que da pie a esta investigación es que en la línea sur-norte que se define sobre el eje productivo organizado en torno a la RN 9 pueden registrarse distintos momentos en la reorganización productiva del espacio que representa la frontera agraria moderna. En este contexto, los departamentos del sur de Santiago del Estero presentarían un grado de avance reciente en comparación con el norte de Córdoba, donde se evidencia una cierta consolidación y ralentización del proceso.

Un factor de relevancia en esta dinámica habría sido la implementación del Ordenamiento Territorial de Bosques Nativos (OTBN) en la provincia de Córdoba (año 2010), que a través del freno a los desmontes condujo a una desaceleración del proceso de avance de la frontera agraria moderna en los departamentos del norte cordobés e impulsó un nuevo desplazamiento de la agricultura moderna hacia el sur de la provincia de Santiago del Estero. En este sentido, se habría producido un “salto”, motivado en la decisión de esquivar las trabas impuestas por la legislación (Salizzi, 2017b).

Otro elemento que surge de la investigación previa es la creciente vinculación de los productores ubicados en los departamentos Ojo de Agua y Quebrachos, sin distinción de su grado de capitalización y actividad productiva dominante, con los centros de comercialización de bienes y servicios (no solo aquellos relacionados con la producción agropecuaria) del norte cordobés (Salizzi, 2017b). Se trata de una situación que ayudaría a comprender los crecientes vínculos entre dos áreas que, si bien se encuentran separadas por el trazado de un límite provincial, no solo presentan considerables niveles de integración, sino que muestran grados de continuidad en los procesos de transformación de sus estructuras productivas.

De este modo, el presente trabajo tiene como objetivo realizar un aporte al estudio de las características espaciales adoptadas por el avance de la frontera agraria moderna en sectores del país considerados marginales desde el punto de vista de la producción agropecuaria, a través del análisis de la situación de dos departamentos del sur de Santiago del Estero (ver figura 1).

Figura 1. Departamentos Ojo de Agua y Quebrachos (Santiago del Estero)

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Fuente: elaboración propia a partir de SIG 250 (IGN, 2015).

Santiago del Estero y los departamentos del sur provincial

La provincia de Santiago del Estero, al igual que los departamentos del norte de Córdoba, se ubica en el extremo meridional de la ecorregión Chaco Seco. Se trata de una vasta llanura sedimentaria, que originalmente se encontraba cubierta por vegetación adaptada a condiciones de aridez, fundamentalmente bosques xerófilos y parches de pastizales (Torrella y Adámoli, 2006). Al igual que el resto de la región, afronta hace décadas un proceso de degradación basado en el uso no planificado de sus recursos naturales, cuyas principales expresiones son:

  1. la explotación forestal selectiva en la primera mitad del siglo XX;
  2. la ganadería extensiva, con manejos silvopastoriles inadecuados; y, más recientemente,
  3. el avance de la frontera agrícola, que en el caso de Santiago del Estero involucró hacia inicios de la década de 2000 tasas de deforestación con valores promedio que se encuentran entre los más altos del país –e incluso del mundo, ascendiendo al -0,81 % (García et al., 2014)–.

La expansión de la agricultura moderna sobre el Chaco Seco, basada en el cultivo de commodities agrícolas y ganadería intensiva, implicó el reemplazo de grandes extensiones de bosques, que no solo condujo a la fragmentación y pérdida de hábitats y especies (Cabido, 2008), sino también al desplazamiento de pequeños productores familiares (campesinos y población indígena) que vivían de sus recursos (Gorenstein y Ortiz, 2016).

En términos edafológicos, el material dominante en todos los suelos de la provincia es el loess[3], que cubre gran parte de la llanura chaqueña, mezclado en parte con depósitos aluviales en las zonas de paleocauces y planos de interfluvios de los principales ríos (Dulce y Salado). Fitogeográficamente, la vegetación dominante es el bosque chaqueño, caracterizado por especies xerófilas caducifolias o semicaducifolias, tales como el quebracho colorado y blanco, guayacán, mistol, algarrobos y arbustos espinosos asociados al pastizal, adaptadas tanto a las importantes fluctuaciones de disponibilidad hídrica, como a las variaciones térmicas estacionales (Angueira, 2016, citado en Puchulu y Fernández, 2017).

Teniendo en cuenta una caracterización general de la provincia, puede afirmarse que en los últimos años las actividades primarias más destacadas son: la producción de algodón (alrededor del 26 % del total nacional), cuya cadena productiva involucra luego su transformación a través del desmotado e hilado; el cultivo de soja, que ha adquirido gran relevancia (la campaña 2012/2013 produjo 1,77 millones de toneladas, alrededor del 75 % de la producción de la región noroeste y menos del 4 % del total del país); otros cultivos importantes son los cereales (sorgo, maíz, trigo), las legumbres (poroto seco) y las hortalizas (Ministerio de Hacienda, 2016).

Otras actividades que caracterizan a la provincia de Santiago del Estero son la producción de carbón vegetal y la ganadería, principalmente bovina y caprina, ya que es una de las provincias del noroeste donde se encuentra más extendida. En 2013 las existencias ganaderas se contabilizaron en 1,4 millones y 536 mil cabezas respectivamente. En términos generales, se trata de actividades realizadas por familias de escasos recursos, que desarrollan economías de subsistencia (Ministerio de Hacienda, 2016).

En términos generales, existe cuantiosa bibliografía que desde diversas disciplinas ha abordado el estudio de la expansión del modelo productivo de los agronegocios en Santiago del Estero, y particularmente la difusión reciente del cultivo de la soja. Algunas de esas aproximaciones fueron analizadas por Boletta et al. (2006), de Estrada (2010), Braticevic (2011), del Valle y Maldonado (2013), García et al. (2014), Paz et al. (2015), entre otros. Se trata de estudios que, si bien hacen referencia a la situación general del territorio santiagueño, concentran generalmente su atención en la situación de los departamentos ubicados al este provincial, en el área lindante con las provincias de Chaco y Santa Fe. A su vez, pocos de estos trabajos se aproximan a la situación específica de los departamentos del sur provincial, exceptuando el caso del departamento Rivadavia (en el extremo sudeste de la provincia).

Los departamentos del sur de Santiago del Estero, más específicamente Ojo de Agua y Quebrachos, comprenden un área marginal de la provincia en términos de sus condiciones agroecológicas, donde tiene un gran peso la agricultura familiar orientada a la producción de ganado bovino y caprino. Esta situación, sumada al menor dinamismo que ha evidenciado en términos cuantitativos la expansión del modelo productivo de los agronegocios en la zona, ha influido en la menor atención otorgada en comparación con otras regiones de la provincia (incluso en su sector oeste, departamentos Pellegrini y Jiménez en el límite con Salta y Tucumán) por las investigaciones interesadas en el estudio de las transformaciones recientes impulsadas por el avance de la agricultura moderna.

Según la información recopilada por García et al. (2014), entre los Censos Nacionales Agropecuarios (CNA) de 1988 y 2002 la superficie implantada con soja en Santiago del Estero mostró un incremento mayor al 500 %, al pasar de 63 722 hectáreas a 413 069. A su vez, en el mismo período se produjo una reducción de alrededor de 427 000 ha en las tierras ocupadas con bosques y montes espontáneos, concentrándose el 65 % de esta disminución en los departamentos General Belgrano, General Taboada y Moreno, que fueron los que más aumentaron la superficie sembrada con soja. 

De acuerdo con lo señalado por Paz et al. (2015), el avance de la frontera agraria en la provincia de Santiago del Estero, en cuanto expresión de la expansión del capitalismo agrario inspirado en el agronegocio, se asienta sobre la disponibilidad de tierras agrícolas de bajo costo y sin regularizar, la rentabilidad económica cortoplacista, la variación de precios internos y externos, y la presencia/ausencia de pobladores. A su vez, indican la influencia en dicho proceso de las provincias limítrofes, reconociendo principalmente a través del mapeo de superficies sembradas elementos geográficos de continuidad. En relación con este aspecto, destacan fundamentalmente la situación del este provincial, en relación con el sudoeste del Chaco (con el algodón entre los años 1994-1998 y luego la soja, cuando esta lo reemplazó), así como también con Tucumán, Salta y Santa Fe. Finalmente, los autores reconocen tres momentos en el avance/retroceso de las grandes superficies incorporadas a la producción agrícola y ganadera y su correlato en el desmonte del bosque nativo: (a) en la década de 1970, en el departamento General Belgrano se desmontaron superficies para agricultura (sorgo) y ganadería vacuna; (b) en la década de 1990, se dio la expansión de la agricultura extensiva con cultivos como el algodón, maíz, sorgo, trigo, soja (con su correlato directo en provincias limítrofes); y (c) desde 2000 en adelante, se amplió la superficie agrícola, extendiéndola hacia el interior provincial (el principal cultivo es la soja, aunque también crece el maíz, el trigo y la ganadería vacuna).

No hace falta indicar, nuevamente, la escasa atención otorgada a los departamentos del sur y a la indagación sobre las continuidades que puedan presentarse en torno a los procesos de transformación productiva en vinculación con la provincia de Córdoba. En relación con este aspecto, solo indican que hay algunos lotes sembrados con soja en el sur provincial, en campos de grandes extensiones (estancias) cerca de la localidad de Sol de Julio (departamento Ojo de Agua) en la zona fronteriza con la provincia de Córdoba, donde es significativa la concentración de la agricultura familiar (Paz et al., 2015).

Los departamentos Ojo de Agua y Quebrachos se extienden sobre una serie de unidades de relieve que, en conjunto con la variación climática, definen ciertos ámbitos de condiciones agroecológicas variables. Las precipitaciones disminuyen de este a oeste (de alrededor de 800 a 500 mm anuales), mientras que la temperatura media anual aumenta en sentido sur-norte de 18 a 21 ºC (Bianchi y Cravero, 2010). Se trata de un clima típicamente semiárido.

Los departamentos indicados se ubican geológicamente en el área de transición entre la llanura chaqueña, que cubre prácticamente toda la provincia, y las sierras pampeanas. Estos se extienden sobre las unidades geomorfológicas que Angueira (2003, citado en Puchulu y Fernández, 2017) reconoce como:

  1. Alto de Ambargasta-Sumampa (con una elevación promedio de 350 m s. n. m.). Sistema montañoso ubicado al sur de la provincia, que constituye la continuación norte de las sierras de Córdoba (perteneciente geológicamente a las Sierras Pampeanas), y se conecta a su vez con la llanura chaqueña. Las zonas más elevadas se encuentran en las proximidades de Ojo de Agua (600 m s. n. m.).
  2. Llanura aluvial del río Dulce. Se desarrolla en la zona centro-sur de la provincia, abarca una parte inactiva que es una paleollanura de inundación que se extiende a ambas márgenes del río Dulce y una llanura de inundación activa con un desarrollo más marcado y de fondo plano. Hacia el oeste presenta un área pedemontana integrada por materiales coluviales (gravas, arenas y limos).

Los suelos de estas unidades geomorfológicas, a pesar de corresponder a ambientes distintos (sierras pampeanas y llanura chaqueña, respectivamente), se caracterizan por su limitado desarrollo, que establece condiciones agroecológicas desfavorables para la agricultura. Tal como señalan Puchulu y Fernandez (2017), los suelos del Alto de Ambargasta-Sumampa están restringidos por las pendientes y la escasa profundidad a la que se encuentran los afloramientos rocosos, mientras que en la llanura aluvial del río Salado están limitados por problemas de drenaje excesivo o deficiente, anegamiento, clima semiárido, salinidad y sodicidad.

Según la zonificación de usos del suelo de Santiago del Estero elaborada en el marco de la Ley provincial 6.841 (2007) (ver figura 2), los departamentos Ojo de Agua y Quebrachos abarcan de oeste a este las áreas denominadas: zona de salinas de Ambargasta, zona con bosques de protección, y zona forestal y ganadera (López y Barraza, 2018a).

Figura 2. Zonificación de usos del suelo (Ley provincial 6.841)

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Fuente: elaboración propia a partir de la cartografía desarrollada por López y Barraza (2018a).

Como se desprende de esta caracterización, el área comprendida por los departamentos seleccionados concentra una considerable proporción de bosques nativos, que, de acuerdo con el OTBN vigente en la provincia[4], se reparten entre bosques de mediano y alto valor de conservación –estos últimos se extienden fundamentalmente sobre la unidad geomorfológica del alto de Ambargasta-Sumampa– (López y Barraza, 2018b). Sin embargo, tal como se observará a continuación, se trata de departamentos que han mostrado en el último tiempo importantes índices de deforestación. Por otro lado, la zona forestal y ganadera representa el área con menor presencia de limitaciones agroecológicas del área de estudio, si bien las existentes son suficientes para que sea considerada marginal en términos agrícolas por su carácter predominantemente serrano. De este modo, el sector este del departamento Ojo de Agua y el área libre de inundaciones de Quebrachos representan las áreas con mayores condiciones para la expansión de la frontera agraria moderna. El resto se emplea, fundamentalmente, en la actividad ganadera (bovinos y caprinos).

Finalmente, cabe destacar que, si bien el ganado caprino se encuentra disperso por casi toda la provincia, es mayoritario en los departamentos del sur, donde comprende una de las principales actividades productivas. Así, Ojo de Agua, Quebrachos y Salavina concentran cerca del 35 % del stock total de existencias de la provincia. En este punto, es importante destacar que en el departamento Ojo de Agua se ubica el frigorífico caprino Cabritera Ojo de Agua SRL, único matadero-frigorífico en la provincia con habilitación para exportar. Allí, se faena la totalidad de la producción provincial, y se puede indicar que su área de influencia se extiende incluso más allá de los límites de Santiago del Estero (Ministerio de Hacienda y Finanzas Públicas, 2016).

Transformaciones recientes en el sur santiagueño

Un primer elemento que permite dar cuenta del proceso de transformación atravesado por los departamentos Ojo de Agua y Quebrachos a lo largo de la década de 1990 es la comparación de los CNA 1988 y 2002, en términos de la distribución de los usos del suelo en las explotaciones agropecuarias –en adelante EAP[5]– (ver cuadro 1).

Cuadro 1. Distribución de usos del suelo en las EAP.
Comparación CNA 1988-2002

Cuadro_p193

Fuente: elaboración propia a partir de la información provista por los CNA 1988 y 2002 (INDEC, 1988, 2002).

Dicho ejercicio permite observar dos tendencias relevantes, congruentes con el proceso de avance de la frontera agraria –incluso en estadios embrionarios–. En primer lugar, se observa un crecimiento del porcentaje de la superficie de ambos departamentos destinada a EAP, de alrededor de 9 puntos porcentuales en el caso de Ojo de Agua y 25 en el de Quebrachos. Se trata de nuevas tierras que son volcadas a la matriz productiva, aunque no se registra información desagregada de las actividades a las que son destinadas. En segundo lugar, se encuentra el incremento de la superficie implantada dentro de las EAP, que, si bien es bajo en términos absolutos (3 % y 8 %, respectivamente), debe ser tenido en consideración ya que parte de valores prácticamente nulos. Al interior de esta variable, cabe destacar la importancia asumida por las forrajeras perennes (que comprenden aquellas adaptadas a condiciones de estrés climático), responsables del incremento del área cultivada. Por su parte, en lo que concierne a la superficie destinada a otros usos, se mantiene la hegemonía de los bosques o montes, destinados junto con los pastizales naturales a la ganadería extensiva de bovinos y caprinos.

Estas transformaciones se encuentran en sintonía con las experimentadas por los departamentos del norte cordobés (Río Seco, Sobremonte y Tulumba) durante el mismo período, relacionadas principalmente con la reubicación del ganado vacuno proveniente de las áreas pampeanas de la provincia de Córdoba a través de su desplazamiento por el avance de la frontera agraria moderna. Del mismo modo que sucedió en los departamentos cordobeses, el avance de la ganadería habría establecido en el sur santiagueño condiciones de posibilidad para el avance de la agricultura, relacionadas principalmente al desmonte y la preparación de los predios –topado, rolado y arado– (Salizzi, 2017b). Las palabras del representante de la Agencia de Extensión Rural (AER) del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) Ojo de Agua (en Santiago del Estero) contribuyen a este argumento:

[…] cuando empezó la soja, y no sólo soja, todo lo que son los cultivos agrícolas, maíz, maní, girasol, todo, empezaron a desplazar a las vacas al norte. Es lo que hacían los empresarios sojeros, liberaban los campos y venían y compraban campo en el norte, vos acá hace 10 años pagabas los campos $2 y era el campo… hermosos campos. Entonces empezaron a hacer las inversiones acá y la parte de agricultura quedó mucha en manos de gente que no es de acá. Se desplazó, porque antes esto no era agrícola, lo que yo te estoy comentando, la parte este del departamento que no era agrícola se hizo agrícola, pero por ingreso de capitales de otros lados. Y hoy en día te diría que toda esta zona, la parte de la agricultura está manejada por gente de afuera (representante de la AER INTA Ojo de Agua, 2015).

En términos generales, resulta dificultoso realizar un seguimiento estadístico del incremento del área sembrada con cultivos anuales en los departamentos analizados con posterioridad a la década de 1990. Esto se debe a las ya conocidas deficiencias del CNA 2008, al hecho de que recién en 2018 se haya iniciado un nuevo CNA, y a la falta de estimaciones sistemáticas por parte de la provincia de Santiago del Estero y el Ministerio de Agroindustria de la Nación. Sin embargo, existen otras fuentes posibles de información, como la estimación realizada por Paoli et al. (2015) a partir de sensores remotos del área sembrada con soja y maíz para la campaña agrícola 2014/15. A continuación, se recrea la serie estadística de la evolución de la superficie sembrada con ambos cultivos comparando los CNA 1988 y 2002 con las estimaciones señaladas (cuadro 2).

Cuadro 2. Evolución de la superficie sembrada con Soja y Maíz (en ha)

Ojo de Agua

Quebrachos

Soja Maíz Soja Maíz

CNA 1988[6]

s/d s/d s/d s/d

CNA 2002

870 494 1950 294

2014/15

3950 1870 3910 330

Fuente: elaboración propia a partir de la información provista por los CNA 1988 y 2002 (INDEC, 1988, 2002) y Paoli et al. (2015).

A través del cuadro 2, puede reconocerse un incremento progresivo del área cultivada en ambos departamentos, de gran relevancia en el caso de la soja. En lo que respecta al maíz, el aumento de la superficie sembrada solo se produce en el departamento Ojo de Agua, mientras que en Quebrachos se mantiene prácticamente constante. La mención del CNA 1988, en el que no se consignan datos desagregados concernientes a los departamentos seleccionados, es elocuente con la idea de que dicha progresión parte de valores muy escasos o incluso nulos.

Si se complementa esta información con la entrevista realizada al representante de la AER INTA Ojo de Agua, puede ofrecerse una imagen detallada del modo en el que se distribuyen geográficamente los cultivos indicados en los departamentos analizados:

Ojo de Agua está partido por el cordón montañoso, toda esta zona [central] es una zona serrana. ¿Qué se hace en esta zona serrana? Básicamente ganadería, hay ganaderos grandes, ganaderos chicos y ganaderos pequeños. El ganadero pequeño se caracteriza por tener mucha producción caprina […] Acá [al oeste del departamento] tenés la zona de las salinas, que acá no entra nada, no hay producción o hay producción caprina básicamente, pero en muy baja escala. Y en la zona este del departamento es la zona donde tiene mayor impacto la agricultura, también a gran escala. Esta zona, que es la zona de la localidad de Sol de Julio, vos acá tenés ganadería a gran escala y agricultura a gran escala. […] Es similar al norte de Córdoba. Vos muchas veces tenés algo que hacen para vender y algo que hacen también para el consumo de los animales. Pero acá más que todo está concentrado el productor grande. […] Y el departamento Quebrachos es similar. Vos tenés una parte que es donde va el Río Dulce, que este es el límite [norte y este] del departamento […] la zona de la costa del río Dulce se suele bañar, se desborda el río. Este año por ejemplo, debido a la gran cantidad de lluvias bañó por todos lados. Vos acá tenés ganadería, que es la misma ganadería tanto grande, pequeña y mediana, pero solamente ganadería, no hay agricultura, en todo lo que es la costa del Río Dulce. […] En cambio en lo que es la continuidad del este del departamento Ojo de Agua acá tiene lo mismo, porque los suelos son los mismos, son prácticamente iguales, entonces acá [al oeste del departamento Quebrachos] tenés agricultura, y el resto es ganadería (Representante de la AER INTA Ojo de Agua, 2015).

Complementariamente, puede contrastarse dicha información con la distribución de usos del suelo que presenta la figura 3, elaborada a partir de la información recabada por el Instituto Geográfico Nacional (IGN) (2015). En ella se indican los sectores comprendidos por áreas boscosas, bañados, superficie desmontada y zonas destinadas a plantaciones perennes y usos mixtos (agrícolas y ganaderos).

Figura 3. Distribución de usos del suelo en los departamentos
Ojo de Agua y Quebrachos

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Fuente: elaboración propia a partir de la información provista por el SIG 250 (IGN, 2015).

La figura 3 permite reconocer, además de la ubicación de los ámbitos descritos por el entrevistado, la continuidad del proceso de avance de la frontera agraria moderna a través del límite provincial que separa Santiago del Estero de Córdoba.

Otro elemento de relevancia que se desprende de la figura 3 consiste en que los departamentos Ojo de Agua y Quebrachos concentran importantes superficies desmontadas. En la figura 4 se indican las parcelas desmontadas de acuerdo con el relevamiento realizado por la Red Agroforestal Chaco Argentina (REDAF) (2018) y los datos provistos por el Instituto Geográfico Nacional (IGN) (2015).

Figura 4. Desmontes relevados en los departamentos
Ojo de Agua y Quebrachos

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Fuente: elaboración propia a partir de la información provista por el SIG 250 (IGN, 2015) y la REDAF (2018).

La figura 4 permite realizar una serie de apreciaciones acerca de la situación de los desmontes en los departamentos analizados:

  1. Es importante destacar que, tal como fue indicado a través de la figura 2, los bosques nativos del área central del departamento Ojo de Agua son considerados con valor de conservación. Sin embargo, teniendo en cuenta la figura 4, puede afirmarse la realización de desmontes en esta área, situación que pone en cuestión la capacidad de control del Gobierno provincial. Y, simultáneamente, alerta sobre las posibilidades de ampliar la frontera agraria moderna burlando las normativas ambientales vigentes.
  2. La figura permite reconocer al menos tres momentos en la realización de los desmontes. Hasta 2001, cuando existía cierto consenso acerca de que el avance de la frontera agraria moderna se concentraba al interior de la región pampeana, para luego ser impulsada por fuera de sus “límites”. Hasta 2009, cuando se sancionó el OTBN de la provincia de Santiago del Estero. Hasta 2015, cuando se actualizó la norma. Se cartografían, también, áreas desmontadas que no presentan información acerca del momento en el que fueron realizadas dichas tareas, que permiten terminar de completar un panorama general del estado de avance del proceso de degradación de los bosques de los departamentos analizados.

Un elemento que se encuentra inmediatamente asociado a los desmontes, y al consecuente avance de las actividades agropecuarias, es la conflictividad social. En relación con este punto, el conflicto en torno a la tierra es una constante en la historia reciente de la provincia de Santiago del Estero, donde el Movimiento Campesino de Santiago del Estero (MOCASE) ha sido un actor de gran relevancia.

En la entrevista realizada al representante de la AER INTA Ojo de Agua, cuando se le consultó acerca de la presencia del MOCASE en los departamentos Ojo de Agua y Quebrachos, respondió lo siguiente:

[…] tiene presencia, en todo Santiago en realidad tiene bastante presencia, en algunos lugares en mayor o menor medida, por ejemplo, en la zona de Quimilí [departamento Moreno] tiene mucha presencia porque ahí hubo mucha entrada de capital extranjero […] ahí hubo mayores violaciones de los derechos de los campesinos que en esta zona. Que hay problemas, pero bueno, se fueron solucionando, algunos están trabados, pero no hay un nivel de los que tienen ahí en Quimilí, ahí hubo mucho más (representante de la AER INTA Ojo de Agua, 2015).

En relación con el tema de los conflictos, el representante del INTA centra la atención en la cuestión vinculada con la propiedad de la tierra. Al momento de ser consultado por otros conflictos en el área de estudio, como por ejemplo la aplicación de agroquímicos, indica:

Acá en Ojo de Agua directamente no, porque no hay agricultura a la vuelta, en Sumampa [departamento Quebrachos] menos, tampoco hay agricultura de precisión que requiere de fumigaciones y todas estas prácticas, no hay. En Sol de Julio [departamento Ojo de Agua], que es una población más chiquita, sí ya hay más agricultura, pero no está esta práctica de las fumigaciones ahí tan cerca del centro urbano. Sí más retiradito te hacen fumigaciones, esas prácticas, pero no están teniendo problema, no estamos teniendo problema (representante de la AER INTA Ojo de Agua, 2015).

De este modo, establece una ponderación de los conflictos donde resalta la preeminencia de las disputas por la propiedad de la tierra sobre las temáticas ambientales (tanto relacionadas con la aplicación de agroquímicos, como con la deforestación de los bosques nativos). A su vez, reduce la problemática de las aplicaciones a la posible exposición de población que reside en áreas urbanas lindantes con los campos, afirmando así que la aplicación de agroquímicos no tiene impacto en la zona debido a la menor extensión del área cultivada y a la creciente distancia que por lo general la separa de las principales localidades del sur santiagueño.

A partir de los elementos que vienen señalándose, puede afirmarse que los departamentos del sur de la provincia de Santiago del Estero (Ojo de Agua y Quebrachos) muestran cierta continuidad con los procesos de transformación productiva experimentados por el norte cordobés a partir del avance de la frontera agraria moderna. Un elemento que evidencia esta vinculación es la creciente incidencia de los centros de insumos y servicios para el campo (así como de otros tipos de bienes) de referencia en el norte cordobés, sobre los departamentos del sur santiagueño. De este modo, los productores capitalizados que se ubican en los departamentos contiguos a la provincia de Córdoba tienen como centros de referencia para la adquisición de insumos y servicios las mismas locaciones que abastecen a los que se ubican en el norte de Córdoba. En orden con su ubicación, ganan importancia para el sur santiagueño las empresas que se encuentran en Villa de María del Río Seco (Río Seco), San José de La Dormida (Tulumba) y el nodo regional Jesús María (Colón)-Sinsacate (Totoral).

En relación con la preeminencia de este último centro, que reúne las características necesarias para ser considerado como una de las ciudades del agronegocio en el país, el representante de la Sociedad Rural de Jesús María (SRJM) en Villa de María del Río Seco indicaba:

[…] para mí Jesús María es como un embudo. Un embudo. O sea, baja la ruta 9 a Jesús María. De Santiago del Estero, de ahí son 600 kilómetros, Ojo de Agua, Quebrachos, todos los pueblos de Santiago, pero no encontrás nada ahí, vienen acá. Por la otra ruta troncal, que es la 60, la 60 viene de Catamarca, entrás al límite provincial, después de Frías, Recreo, también (representante de la SRJM en Villa de María del Río Seco, 2015).

De este modo, si bien la caracterización que propone excede los departamentos analizados, refuerza el rol aglutinador de los flujos comerciales, por lo menos en una amplia extensión del área centro-norte del país. En este punto, cabe destacar que esta estructura piramidal no es más que la contracara de un esquema productivo basado en la primacía –política, administrativa y económica– de Jesús María en la provincia de Córdoba, y del poder político y económico alcanzado por la Sociedad Rural homónima.

Concomitantemente, los vínculos antes indicados son mencionados en el testimonio del representante de la AER INTA Ojo de Agua:

[…] mirá los proveedores de los ganaderos, acá hay mucho ganadero, mediano y chico en esta zona serrana, no. La provisión de esos está en estos pueblos, en Ojo de Agua y en Sumampa, que tienen su veterinaria. Acuden al veterinario, si tienen que comprar…. Porque por ahí las veterinarias también les venden alguna semilla para sembrar. Siempre te estoy hablando pequeña escala, para sembrar 2 o 3 ha para el maíz para las gallinas, el maíz para los chanchos, o si tengo alguna vaca flaca le doy. Esa es agricultura a nivel familiar, estos productores sí tienen su centro acá, pero los grandes capitales vienen todos de afuera, del norte de Córdoba para allá, te estoy hablando de Jesús María, San José de La Dormida. Vos ahí tenés las grandes empresas que te venden todo. Porque en este sur santiagueño, te estoy hablando Ojo de Agua y Quebracho que es lo que yo conozco, vos acá no tenés un lugar donde te vendan semillas, híbrido, fertilizantes, todo. Pero ya, desde Río Seco para el sur ya sí tenés (representante de la AER INTA Ojo de Agua, 2015).

De este modo, no solo describe los flujos comerciales, sino que también los clasifica según la actividad y el grado de capitalización de los productores del sur santiagueño, que inciden directamente en el alcance de los movimientos que realizan para conseguir sus insumos y servicios. Por un lado, se encuentran los productores familiares de subsistencia (o con escasos grados de capitalización) que adquieren sus insumos en las localidades del sur de Santiago del Estero. Se trata de comercios orientados a los productores familiares (muchos de ellos ampliamente diversificados en sus rubros de comercialización), entre los que se destacan las veterinarias, donde, además de los servicios médicos, se ofrecen vacunas, medicinas, alimento, herramientas para el campo, y ciertas semillas para realizar agricultura en pequeña escala. Esta situación contrasta con la de los productores familiares de mayor capitalización y, más aun, con los productores empresariales, para quienes Villa de María del Río Seco, San José de la Dormida y Jesús María-Sinsacate constituyen centros de importancia (que puede ser catalogada como creciente en el orden señalado).

Estos son algunos de los elementos que se desprenden de una primera aproximación al caso de los departamentos Ojo de Agua y Quebrachos, en función de los supuestos e hipótesis formulados a partir del trabajo de investigación previamente realizado. A continuación, se articulan una serie de reflexiones en torno a las particularidades que presenta el avance de la frontera agraria moderna en el sur santiagueño.

Reflexiones finales

En los departamentos ubicados al sur de Santiago del Estero (Ojo de Agua y Quebrachos), se observa en las últimas décadas un proceso de transformación de la estructura productiva compatible con los efectos generados por el avance de la frontera agraria moderna sobre el norte de la provincia de Córdoba. Se trata de una situación similar a la que ha sido relevada por otras investigaciones para el sector este del territorio santiagueño, donde la expansión territorial del modelo productivo de los agronegocios se extiende desde provincias lindantes como Chaco y Santa Fe.

El análisis realizado se basó en revelar los vínculos existentes entre dos áreas que, si bien se encuentran separadas por el trazado de un límite administrativo, presentan considerables niveles de integración. Los elementos que sostienen esta propuesta comprenden una serie de supuestos e hipótesis que surgen del estudio del caso de los departamentos del norte cordobés (Río Seco, Sobremonte y Tulumba), donde se consideraron los efectos del proceso de reestructuración productiva, la difusión de nuevos sistemas técnicos y el desencadenamiento de conflictos sociales (entre los que se destacan las disputas por la propiedad de la tierra y los reclamos ambientales).

La evidencia recabada permite indicar que, tal como sucede en el caso de los departamentos del norte cordobés, el sur de la provincia de Santiago del Estero experimenta un incremento del área cultivada, predominantemente con soja y maíz. Se trata, en el caso de los departamentos analizados (Ojo de Agua y Quebrachos), de una progresión que, si bien presenta incrementos moderados, parte de valores escasos o incluso nulos. La difusión de los cultivos se concentra en el sector que constituye la proyección sobre suelo santiagueño de la planicie oriental (hacia el sector conocido como llanura aluvial del río Dulce), e involucra la realización de desmontes en áreas boscosas consideradas de alto valor de conservación.

Pueden identificarse, además, distintos sujetos sociales involucrados en el proceso de avance de la frontera agraria moderna. Concretamente, se reconocen tres tipos principales: los pequeños productores familiares, los productores familiares capitalizados y los productores empresariales (con significativa presencia de capitales provenientes del área pampeana, tal como en el caso cordobés). Esta diversidad de sujetos se ubica en distintos sectores del área de estudio, en función de la distribución espacial de usos del suelo que promueve la frontera agraria moderna, y en estrecha relación con la capacidad agroproductiva de sus unidades constitutivas. En efecto, las áreas de mejores condiciones son el escenario de una competencia desigual por el acceso a la tierra, que tiene a los productores empresariales como su principal beneficiario y promueve la emergencia de conflictos a partir del desplazamiento de los productores familiares.

Finalmente, el presente trabajo desarrolla una aproximación inicial y exploratoria al problema de investigación definido en torno a la expansión territorial del modelo productivo de los agronegocios sobre áreas marginales del país, poniendo el foco de atención sobre los departamentos santiagueños Ojo de Agua y Quebrachos. De este modo, habiendo reconocido vínculos concretos entre las dinámicas de transformación reciente que caracterizan al norte de la provincia de Córdoba y al sur de Santiago del Estero –aunque con un menor grado relativo de consolidación–, se considera necesario profundizar la propuesta analítica realizada en futuros abordajes.

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Entrevistas

Representante de la AER INTA Ojo de Agua. Villa Ojo de Agua, Santiago del Estero. Mayo de 2015.

Representante de la SRJM en Villa de María del Río Seco. Jesús María, departamento Colón. Mayo de 2015.


  1. CONICET/Instituto de Geografía “Romualdo Ardissone”, Universidad de Buenos Aires.
  2. Refiere al proceso de adopción de prácticas y tecnologías vinculadas al modelo productivo agropecuario pampeano (centradas en torno a la semilla transgénica de soja, el glifosato y la siembra directa) en contextos distintos a aquellos para los que fueron ideadas (Morello, Pengue y Rodríguez, 2006).
  3. Depósitos de sedimentos transportados por el viento (Tarbuck y Lutgens, 2005).
  4. Ley provincial 6.942, de Ordenamiento Territorial de los Bosques Nativos de la Provincia de Santiago del Estero, sancionada el 17 de marzo de 2009. El 23 de diciembre de 2015 a través del Decreto 3.133 fue aprobada la “actualización del Ordenamiento territorial de los bosques nativos de la provincia de Santiago del Estero – Ley Provincial Nº 6.942”.
  5. Su definición es similar en los CNA 1988 y 2002, lo que en términos generales asegura la comparabilidad de los datos.
  6. Los valores correspondientes a estos departamentos en el CNA 1988 se indican a través del agrupamiento de varias unidades departamentales.


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