Fresnedillas de la Oliva, el pueblo que revive a través de sus murales

Elena Parlange ganó el concurso con el que el ayuntamiento de este pueblo madrileño quiso llenar de arte (y vida) sus casas abandonadas. Este es el precioso resultado.
Casa con murales en Fresnedillas de la Oliva Madrid
Sara B. Leyva

Hasta el año 2015, situar en el mapa a Fresnedillas de la Oliva no era sencillo. Se trataba de un pequeño pueblo de la Comunidad de Madrid que no llegaba a los 2000 habitantes y en el que había muchas casas abandonadas. Con el fin de darle una vuelta a esta dinámica, al ayuntamiento se le ocurrió que esas viviendas deshabitadas podrían funcionar como murales para atraer turismo al municipio. Así que un año antes convocaron un concurso y diferentes artistas presentaron sus proyectos.

Un simpático burro en Fresnedillas de la Oliva, Madrid.Sara B. Leyva

Entre ellos, se encontraba el de Elena Parlange, quien en ese momento estaba desempleada. Ella había estudiado Bellas Artes y siempre había pintado, pero nunca había recibido un sueldo por ello. A partir de ese día, tanto su vida como la del pueblo cambiarían.

Las casas abandonadas pasaron a ser ‘Casas con vida’, nombre que Elena dio a su proyecto artístico. Como le dejaron elegir cómo enfocarlo, ella creyó que la mejor manera era fomentando los productos locales, dando a conocer la historia de la gente que vivió allí y pintando animales.

“Decidí tirar por ahí porque me parecía lo más romántico. El revivir a la gente que había vivido allí. Me parecía algo muy bonito”, explica a Condé Nast Traveler. El problema es que no había tenido contacto previo con el municipio. Así que se puso manos a la obra y comenzó a preguntar a los habitantes sobre el pasado del pueblo.

La casa del barbero en Fresnedillas de la Oliva, Madrid.Sara B. Leyva

LA CASA DEL BARBERO, UNA CARNICERÍA Y MUCHOS ANIMALES

En ese proceso de investigación, los vecinos le fueron explicando qué papel tenía cada casa antes de que se quedara abandonada. Y así, fue descubriendo que en aquella se encontraba la carnicería, en aquella otra la panadería, aquí un salón de baile.

Incluso una barbería. La artista cuenta que esa casa pertenecía a una de las concejalas del pueblo, cuyos padres fallecieron cuando era niña y que fue criada por sus vecinos. “Ella me contó dónde estaba la cocina, la historia de su padre, de su hermano… el día que terminamos de pintar la vivienda ella estaba súper emocionada”, explica.

Aparte de estos murales dedicados a los antiguos oficios del pueblo, también hay muchos en los que aparecen animales. Burros, caballos, pájaros, perros y gatos se dan cita en las paredes para mostrar esa vida de pueblo que no se puede entender sin estos seres. Unas pinturas que Elena Parlange hizo de manera consciente, “para hacerlo más atractivo a la gente, pero sobre todo para los niños”.

Mural de la vaquilla en Fresnedillas de la Oliva, Madrid.Sara B. Leyva

EL MURAL DE LA VAQUILLA

Actualmente el pueblo cuenta con una ruta para que los visitantes no se pierdan ningún mural. Otra opción es andar por sus calles y dejarse sorprender por las pinturas. Que de repente un burro nos dé la bienvenida asomado a una ventana de madera o que una pareja vestida de baile se bese enfrente de un balcón.

Entre todas las piezas, una que es imposible perderse es la plaza del ayuntamiento. Para ese espacio Elena Parlange se reservó el mural más grande, el que es para ella el más importante: el de la fiesta de la vaquilla. Una pintura que ocupa todo el esquinazo del lugar y donde aparece representada la celebración más importante del pueblo.

Una fiesta tradicional que tiene lugar cada 20 de enero en honor a San Sebastián. Esa fecha, como explica Elena Parlange, “los mozos del pueblo, sin mujeres, se visten con una especie de mono que hacían sus madres y corren detrás de uno con un cencerro que hace la función de vaquilla”.

Astronauta en Fresnedillas de la Oliva, Madrid.Sara B. Leyva

Ver fotos: pueblos de menos de 250 habitantes que querrás visitar

¿Y ESE MURAL DE ASTRONAUTAS? ¿QUÉ PINTA AHÍ?

Cuando al principio del artículo decíamos que no era sencillo ubicar a Fresnedillas de la Oliva en el mapa nos estábamos dejar guiar por el presente. Porque este pequeño municipio fue conocido internacionalmente hace unos años.

Más concretamente el 20 de julio de ese 1969, cuando los astronautas del Apolo 11 pisaron por primera vez la Luna. La famosa frase de Neil Amstrong nada más alunizar  de “Houston, aquí base de la Tranquilidad. El Águila ha alunizado” fue recibida por la estación espacial que la NASA había creado en este pequeño pueblo.

Una base que cerraría sus puertas en 1985, pero de la que a día de hoy queda un museo en el que explican la importancia que tuvo (y que es recomendable visitar, aunque es pequeño). Un hecho histórico al que el pueblo ha querido rendir homenaje también a través de murales. Por ello, no es extraño cruzarse con varios astronautas mientras se pasea en busca de esas pinturas sobre la vida pretérita del municipio. Unos murales que reviven a Fresnedillas de la Oliva.

Ver más artículos