El departamento del sur mendocino es un destino que ofrece infinitas posibilidades para disfrutar de la naturaleza, la aventura, el descanso y la gastronomía ¡y mucho más por descubrir! Una propuesta más interesante que la anterior…  Sólo es cuestión de decidirse y nosotros podemos armar su paquete turístico a medida con las excursiones que más le interese.

Entre las riquezas naturales para visitar hay algunas excursiones que ya son un clásico como La Payunia, una reserva que tuvo una intensa actividad volcánica en un pasado remoto. Allí se concentran las huellas de más de 890 erupciones: lava fragmentada, arenas negras, campos de “bombas” (material en estado líquido o cremoso que fue eyectado y luego endurecido en curiosos formas), paisajes extraños que nos dan pistas para imaginar cómo fue la tierra en sus comienzos. En La Payunia es posible avistar fauna autóctona como manadas de guanacos, y grupos de choiques, zorros, piches y gran variedad de aves. Con una superficie de 450.000 hectáreas fue declarada área protegida en el año 1988. Por las particularidades de su relieve volcánico y de las impresionantes panorámicas, está pronto a ser declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO.

La Payunia, un panorama imponente. En primer plano de la foto, una roca de lava petrificada como muestra del campo de «bombas».

En esta zona, reabre este año una excursión para quienes disfruten de caminar por lugares extraños: las cárcavas del volcán Malacara. Este volcán debe su nombre al parecido con la cara manchada de los caballos malacara (denominación lingüística de la gente de campo). Su erupción fue de características hidromagmáticas. Estas manifestaciones se dan cuando la lava en su camino ascendente se encuentra con agua subterránea, generando erupciones de extremada violencia. El contacto con el agua hizo que los minerales fundidos se oxidaran en el proceso de solidificación y dieran además del negro otros colores -tonos amarillentos, rojizos y verdosos- a los residuos piroclásticos. El recorrido hasta llegar al cráter mismo del volcán –hoy inactivo- es una experiencia extraordinaria de contacto con la naturaleza.

Un volcán visto desde adentro. Las paredes de una de las fumarolas del volcán Malacara.

 

Hacia el Paso Pehuenche

A 65 kilómetros hacia el sur de Malargüe -por la Ruta 40-, junto al Río Grande se encuentra Bardas Blancas, un pequeño poblado centro de actividades ganaderas trashumantes. Bardas Blancas es anfitrión de turistas de paso y propone actividades de turismo rural, pesca deportiva, senderismo, gastronomía y paseo de artesanías. Desde allí se desprende la ruta 145 hacia el Paso Internacional El Pehuenche, corredor bioceánico que conecta con la zona de Talca en la Región del Maule, Chile.

La cría extensiva de ganado caprino en Malargüe, permite postales como esta foto, además de una excelente carne de chivo para la gastronomía.

 

Valle de Los Molles

Si nos dirijimos hacia el nor-oeste de Malargüe el Valle de Los Molles invita a disfrutar actividades como cabalgatas, baños termales, trekking, mountain bike, gastronomía, shows y mucho más, organizadas en cronogramas semanales (más información en www.valledelosmolles.com).

Los Molles fue pionero en el uso turístico de los recursos naturales. Son famosas sus aguas termominerales, sulfurosas y ferrosas, de excelentes propiedades curativas. Están complementadas con hosterías, hoteles, restaurantes y cabañas, donde se combina gastronomía típica de montaña con infaltables chivos y truchas.

En esta zona se destacan verdaderas curiosidades geomorfológicas como las dolinas del Pozo de las Animas, y por el camino de El Infiernillo, cruzando el puente del río Salado (paralelo a la RP 222), la cristalina laguna de la Niña Encantada, en un ambiente de imponente relieve, también con antigua actividad volcánica.

 

El oasis

Para disfrutar cerquita de la ciudad la Colonia Pehuenche, está preparada para recibir a los turistas de la mejor manera, con su paisaje rural donde el oasis mendocino se muestra en el trabajo de la tierra y la actividad turística sustentable, la que propone cabalgatas y media tarde en el Eco Hostel, Agro Turismo en Finca la Anita, quien tiene un emprendimiento de dulces de frutas finas. Además, la colonia está muy cerca del criadero de truchas Cuyam Co, con el restaurante del mismo nombre, atendido por sus propio dueño, César Gatica (piscicultor y cheff internacional). Allí, además de conocer los piletones de cría de truchas arco iris, hay una pintoresca lagunita –que fuera un coto de pesca-, también existe un camping con un pacífico espacio de bosque donde pasear a la espera de una deliciosa cena o almuerzo gourmet.

Agua de vertiente en el criadero de truchas Cuyam-Co. La foto tomada desde su laguna artificial, que en algún tiempo fue escenario de un coto de pesca, hoy es un hermoso paseo para esperar un delicioso plato con trucha salmonada.

Los tour de la ciudad son variados. Visitas del tipo científicas al Observatorio de rayos cósmicos Pierre Auger, o al Planetario, o al museo de Ciencias, o exposiciones más relacionadas con el arte en el centro de convenciones Thesaurus, o un acercamiento a las artesanías en el Mercado Municipal… A eso se suma también un recorrido muy dulce, la planta apícola de la Municipalidad de Malargüe abre sus puertas para que los turistas puedan ver cómo es el proceso de extracción de miel. La planta ofrece visitas guiadas gratuitas todos los días miércoles de 9 a 12. Vale destacar que las mieles de Malargüe han sido reconocidas por su gran calidad orgánica (Mieles de Montaña), y que recientemente obtuvo la certificación de miel libre de gluten.

El Planetario se distingue por su forma y color. En su interior se proyectan películas didácticas -en un techo abovedado- sobre el espacio exterior.

 

Fiesta Nacional del Chivo

El chivito tendrá su celebración del 6 al 10 de febrero con la Fiesta Nacional del Chivo, y la tradicional asada de chivitos. En esta oportunidad, cambia de mes pero el entusiasmo es el mismo. Cuatro días de fiesta, concurso de canto, danza y jineteadas. Más información en: www.malargue.tur.ar