Kiva

La misión de Kiva es utilizar los préstamos para poner en contacto a la gente y reducir la pobreza. Kiva ha aprovechado las ventajas de Internet y de una red mundial de instituciones de microfinanciación para que los usuarios puedan prestar un mínimo de 25 $ y crear oportunidades para otras personas de todo el mundo.

Tamaño

Large

Sector

Ayuda pública y social

Objetivos

Aumentar la concienciación

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Generar contenido de YouTube

Recaudar fondos

Productos

Google Ad Grants

Programa para organizaciones sin ánimo de lucro de YouTube

Créditos de la foto

Kiva

Sitio web

https://www.kiva.org/

Reto

Kiva da un toque personal a las microfinanzas y pone en contacto a prestamistas de todo el mundo con personas que necesitan préstamos para hacer crecer su negocio. Para ello, Kiva necesita crecer como organización y dar a conocer la importancia de su trabajo.

Historia

Kiva empezó a utilizar Ad Grants para promocionar su organización y esta plataforma se convirtió rápidamente en la principal fuente del tráfico online de su sitio web. Cuando un posible prestamista busca cómo participar en un sistema de microfinanciación, Kiva genera clientes potenciales. Además, puede buscar a las personas interesadas en su misión que quieren participar en una organización como esta.

Kiva también ha utilizado YouTube para poner en marcha a su comunidad y animar a los miembros, voluntarios y usuarios a crear vídeos y subirlos a esta plataforma cada día.

"Las herramientas de Google que utilizamos a diario en Kiva nos permiten llegar a más de 2,1 millones de personas de todo el mundo e invertir más de 890 millones de dólares en préstamos a agricultores, emprendedores y estudiantes que trabajan para cumplir sus sueños".

Buckley White, jefe de Marketing de Productos de Kiva

Impacto

Cynthia, agricultora de Zimbabue y madre soltera de dos hijas, logró salvar sus cultivos durante una sequía inigualable en el país gracias a un préstamo de Kiva.

Cynthia conectó un estanque mediante un sistema de tuberías y una bomba de agua a sus campos de quimbombó, batatas y maíz para regarlos. Gracias a un préstamo de Kiva de 1000 $ en el que participaron 35 prestamistas de todo el mundo, consiguió el combustible que necesitaba para la bomba y pudo conservar los cultivos.

Utiliza parte de los beneficios que obtiene de los cultivos para pagar el colegio de sus hijas y también los invierte en continuar con su propia formación. Tuvo que dejar los estudios cuando era una adolescente, pero ahora quiere terminar el instituto y ser un buen ejemplo tanto para sus hijas como para otras niñas.

"Una vida sin educación es como una planta que no se riega. Sea como sea, mi objetivo es que mis hijas vayan al colegio", dijo Cynthia.

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